26 de marzo de 2009

Alta Estima

Que sucede cuando una persona eleva su ego en la medida proporcional en la que destruye el amor propio del otro?



Digamos que una persona; Juan, decide chamuyar a otra María por el simple hecho de alimentar su EGO.



A quien no le gusta gustar?, levantar su estima con las miradas ajenas que se pegan en nuestro cuerpo sutil mientras pulula por la vía publica? Pero aquí entra en juego algo mas importante que el propio Ego y es el Ego del otro, el amor propio de el que llamaremos el ingenuo conquistado.



Siempre es lindo sentirse lindo, que gustamos, que somos mirados. Ahora que sucede cuando no es suficiente y debemos alimentar la esperanza de aquel a quien hemos llamado la atención.



Ejemplo Claro:
Juan presiente que María siente una pequeña atracción hacia el. Lo cual hace que se sienta bien. Para alimentar este sentimiento de bienestar comienza el popular filtreo, coqueteo, cortejo o el popular "movimiento de culo". Mientras Juan sabe que María no es su estilo, se entretiene con ella hasta que llegue alguien de su agrado.



Juan dice palabras que María quiere escuchar, pero, cual NEO, esquiva a la velocidad de la luz la concreción de los hechos que tanto promete.



Resultado: el ego de Juan sube tan rápido y proporcionalmente al descenso del Ego de María.



Mi pregunta es, Juan, el que mueve el culito, es consiente que lo hace, es consciente que genera, es consciente que alimenta una especia de relación inexistente. Pero el conquistado, María ¿es consciente de todo esto y acepta el juego? o la mayoría de las veces es un ser ingenuo y cegado por el corto momento de luz que ofrece el cortejo irreal que Juan oferta para simplemente elevar su Amor Propio y sentir Que gusta.



En fin, claro que hablo desde la propia experiencia, cansada de ser rata de laboratorio, y excelente blanco para la suba de estima del prójimo, mi Ego se ha vuelto a elevar después de un tiempo de introspección y de revalorizacion de mi propio ser.



Entonces advierto a todo ser ajeno a mi ser, que no debe ser el plan b de nadie, que siempre hay algo especial en nosotros que otro realmente busca y necesita, algo que ofrecer, algo único, asi que desde mi punto de vistas las opciones son:
Aceptar el juego y disfrutar del mismo, usando tanto como somos usados
O, si no sabemos seguir las reglas del juego, darse la vuelta y buscar lo que nos haga sentir bien.



Mientras disfruten de todo lo que hagan, quieranse mucho y nunca dejen que nadie les diga que no son lo que saben que son!



Hasta luego y ARRIBA LOS CORAZON! ALTA ESTIMA!

1 comentario:

Lapsus dijo...

Me gustó tu reflección Nana. Aca va mi aporte: Juan es un hijo de puta pero no sabe cuanto. María es una boluda pero no sabe cuanto. En esta danza de egos a la que todos estamos expuestos, parece nunca haber nada para perder, y a la vez todo... El papel de Juan es tan "disfrutable" como el de María y ahora todo parece tener un doble filo. En esta danza lo que se goza se padece, y de lo que se busca se escapa. Extraña paradoja...
La clave está, creo yo, en la ignorancia. Nadie es consciente en su totalidad de la incidencia de la propia vida en la vida de un otro, eso es lo caotico de las relaciones humanas. Cuando Dios duerme, nosostros somos su pesadilla...