8 de abril de 2010

El profeta (II)...

"... El amor no da más que de sí mismo y no toma nada más que de sí mismo.
El amor no posee ni es poseído. Porque el amor es todo para el amor.
Cuando amen no digan: Dios está en mi corazón, sino: Yo estoy en el corazón de Dios. Y no se crean capaces de dirigir el curso del amor, porque será él, si los encuentra dignos, quién dirija sus caminos.
El amor no tiene más deseo que el de realizarse. Pero si aman, y no pueden evitar tener deseos, que sus deseos sean éstos:

"Fundirse y ser como el arroyo que susurra en la noche su melodía.
Conocer el dolor del exceso de la ternura.
Ser herido por nuestro propio conocimiento del amor
y sangrar alegre y voluntariamente.
Despertar en el amanecer con un corazón alado y agradecer por otro día de amor.
Descansar al mediodía y meditar en el éxtasis amoroso
Volver al hogar cuando la tarde cae, y hacerlo con gratitud
Y dormir con una oración por el amado en el corazón y una canción de alabanza en los labios..."

(El profeta de Khalil Gibran)

No hay comentarios: