20 de abril de 2010

El profeta V...

Entonces un hombre dijo... "hablanos del dar"

Y él respondió: "entregan muy poco cuando dan lo que es de ustedes como patrimonio. Cuando regalan algo de su interior es cuando realmente dan.

¿Qué son sus posesiones sino cosas que acumulan por temor a necesitarlas mañana?...
¿y qué es el temor a la necesidad, sino la necesidad misma?...

...Hay quienes dan sólo un poco de lo mucho que tienen y lo dan buscando el reconocimiento, y su deseo oculto menoscaba sus regalos. Y hay quienes tienen poco y lo dan todo. Son éstos los creyentes en la vida y en la magnificencia de la vida, y sus tesoros siempre serán infinitos. Hay quienes dan con alegría y esa alegria es su fortuna. Y hay quienes dan con dolor y ese dolor es su bautismo. Y hay quienes dan y no saben del dolor de dar, ni buscan la alegría de dar, ni dan conscientes de la virtud de dar...

...Es bueno brindar algo cuando nos ha sido solicitado, pero es mejor dar sin que nos pidan, sólo comprendiendo... Y para el generoso, la busqueda de aquel que recibirá es mayor alegría que dar en sí. ¿Existe algo, quizá, que pueda guardarse? Todo cuanto poseen será entregado algún día. Ofrezcan entonces ¿, ahora, que el tiempo de dar es suyo y no de sus herederos. Dicen con frecuencia: Daría, pero sólo a quien lo mereciera". Los árboles de sus huertas no hablan de esa manera, ni los rebaños en sus campos hacen así. Ellos dan para vivir, porque guardar es morir.
Todo el que merece recibir sus días y sus noches merece de ustedes todo lo demás....

¿Habrá una mayor virtud que la de aquel que da el valor y la confianza - no la caridad - de recibir? ¿Y quienes son ustedes para que los hombres desnuden sus almas y muestren su interior, para ver desnudos sus merecimientos y, sin vacilaciones, su orgullo? Observen primero si uds son merecedores de brindar y si pueden convertirse en instrumentos para dar....

... Porque, en verdad, es la vida la que le regala a la vida, mientras que ustedes, que se piensan dadores, no son más que testigos. Y ustedes, los que reciben -y todos ustedes son testigos - no asuman el peso de la gratitud, si no quieren colocar un peso sobre sus cabezas, sobre sus corazones, y sobre quien les brinda algo. Elévense, entonces, con el dador en su dar, como unas alas. Porque exagerar sus deudas es no entender su generosidad, que tiene el libre corazón de la tierra como su madre y a Dios como su padre"....

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